Problemas de la glándula anal en perros

Cuando un dueño de una mascota nota que su perro se arrastra por la alfombra, esa es a veces la primera señal de un problema médico. Este comportamiento de arrastrase por el suelo se puede ver cuando un perro tiene parásitos intestinales o cuando tiene alergias. Pero otra razón común es cuando sus glándulas anales deben ser abordadas. Aquí discutiremos qué son las glándulas anales, las causas y los tratamientos de la impactación de la glándula anal, y las formas de prevenir los problemas de la glándula anal.

¿Qué son las glándulas anales?

Las glándulas anales, también conocidas como sacos anales, se encuentran justo dentro del ano de un perro. El material secretado en estas glándulas del tamaño de un guisante es espeso, aceitoso y maloliente. La mayoría de los animales salvajes pueden vaciar estas glándulas voluntariamente para marcar el olor o en defensa propia. Los animales domésticos, por otro lado, han perdido principalmente esta capacidad. En circunstancias normales, los perros pueden vaciar sus glándulas anales mientras caminan y / o defecan. En la mayoría de los casos, los propietarios ni siquiera saben que su perro ha vaciado sus glándulas anales. Pero cuando se los ve lamiendo y saqueando su parte trasera por el suelo, esto puede ser una indicación de que no pueden expresar sus glándulas. Un veterinario determinará si el scooting se debe a un problema de glándula anal y proporcionará el tratamiento adecuado.

Causas y tratamientos

Impacción simple de la glándula anal

Cuando se ve a un perro lamiendo su parte trasera y deslizándose por el suelo por primera vez, esto podría ser bastante preocupante. A veces, un perro solo experimenta una simple impactación de la glándula anal en la que no puede expresar las glándulas por su cuenta. Un veterinario o un miembro de su equipo expresará manualmente las glándulas. En este caso, no puede ser necesario ningún tratamiento adicional, sin embargo, si el problema persiste, puede justificarse otra visita y discusión con el veterinario.

Infección de glándulas anales

Cuando una impactación de la glándula anal no se trata, puede quedar abscesada o infectada. Un perro que experimenta este problema puede verse lamiendo o saqueando. Pero los propietarios también pueden notar que su mascota simplemente no está actuando por sí misma. Se los puede ver temblando, escondiéndose, o tal vez simplemente teniendo dificultades para sentarse. Un viaje al veterinario confirmará que hay un absceso. Una o ambas glándulas anales son difíciles de expresar y el material es grueso o de aspecto pus. También se puede observar una descarga sangrienta con mal olor. Cuando llega a este punto, el tratamiento está más involucrado. Puede ser necesaria una expresión manual, antibióticos y un collar isabelino (para evitar lamer y morder el área infectada). Si el perro parece tener dolor, se pueden enviar medicamentos a casa para ofrecer alivio.

Ruptura de glándulas anales

Una ruptura de la glándula anal ocurre cuando una o más glándulas anales abscesadas están completamente llenas y, por lo tanto, explotan. Se formará un tracto drenante fuera de la piel. Los propietarios pueden notar signos similares a los observados con la impactación y la infección, sin embargo, también pueden ver y oler una descarga picante, generalmente sangrienta, similar al pus que proviene de la parte trasera del perro. Una vez que se determina que se ha producido una ruptura de la glándula anal, las glándulas anales afectadas deberán enjuagarse (a veces esto debe hacerse bajo anestesia si tienen mucho dolor) y los antibióticos pueden infundirse en los afectados glándula anal. Puede ser necesario un medicamento para el dolor y un collar isabelino (para evitar lamer y morder el área infectada). Tanto las infecciones de la glándula anal como las rupturas requerirán visitas de seguimiento.

Prevención de problemas de glándulas anales

Algunos perros nunca experimentan problemas con sus glándulas anales, mientras que otros pueden tener que ir a la oficina de su veterinario cada pocas semanas para que se expresen. En este caso, agregar más fibra a la dieta puede ser una opción. Esto puede ser en forma de una dieta alta en fibra o suplementos de fibra. Los probióticos también pueden ser útiles. Un veterinario ayudará a decidir qué opción es la mejor. Si los problemas de la glándula anal aún están presentes a pesar de probar los tratamientos recomendados, se puede sugerir una sacculectomía anal. Las complicaciones son posibles, así que hable con un veterinario para discutir esto antes de tomar una decisión final.

Si continúas usando este sitio, aceptas el uso de cookies. Más información

Los ajustes de cookies en esta web están configurados para «permitir las cookies» y ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues usando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en «Aceptar», estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar