Cataratas en perros: Las cataratas suelen ser fáciles de detectar en los perros. La nube del alumno las delata. Desgraciadamente, la mayoría de los propietarios de perros piensan que las cataratas vienen con la edad y que no es necesario arreglarlas.
Esto es vergonzoso porque la salud ocular es muy importante para la salud general y la calidad de vida del perro.
La buena noticia es que el tratamiento de las cataratas está disponible para que su perro pueda tener una buena visión y salud ocular durante sus años dorados.
¿Qué son las cataratas en los perros?
La catarata en los perros es una nube que se desarrolla dentro del cristalino. Las cataratas en los perros van desde una pequeña gota hasta un cristalino completo.
Cuando hay cataratas, el cristalino opaco no permite que se forme una imagen en la retina, lo que provoca la pérdida de visión. La luz sigue pasando a través del cristalino y su mascota puede seguir viendo la luz y la oscuridad.

Las cataratas son más comunes en los perros de edad avanzada, pero la genética desempeña un papel importante a la hora de que una mascota desarrolle cataratas. Especies como los Boston Terrier, los Cocker Spaniel, los Huskies siberianos y los Mini Poodles son más propensos a desarrollar cataratas, a veces incluso más jóvenes.
Factores que conducen al desarrollo de cataratas en los perros:
- Herencia / Genética
- Congénita (se produce al nacer)
- Diabetes
- Otros trastornos oculares como el glaucoma
- Lesión en el ojo
- Inflamación del ojo
- Radiación u otras sustancias químicas tóxicas
- Descargas eléctricas
Cómo saber si su perro tiene cataratas
Acudir al veterinario cuando su perro encuentre nubes es clave para obtener un buen resultado.
Si hay una inflamación asociada a las cataratas, hay que tratarla, normalmente con colirios. Si no se trata, esta inflamación puede dar lugar a otros trastornos como el glaucoma, que puede ser doloroso y suponer una amenaza para la visión.
Esto convierte a su mascota en un mal candidato para la extirpación quirúrgica de la catarata y reduce las posibilidades de recuperar la visión.
A pesar de la idea popular, las cataratas no siempre conducen a la ceguera. La nubosidad del cristalino es un indicador común de que su perro puede tener cataratas. Puede notar una disminución de la visión. Su perro puede estar más torpe de lo habitual, chocando con los objetos o teniendo problemas para desplazarse por la casa y el jardín.
Las cataratas diabéticas casi siempre conducen a la ceguera. Un estudio reveló que el 75% de los perros desarrollan cataratas en el plazo de un año tras el desarrollo de la diabetes. Los signos de la diabetes mellitus incluyen micción frecuente, aumento de la sed y pérdida de peso.
El desarrollo de cataratas en los pacientes diabéticos puede producirse muy rápidamente, a veces incluso en pocos días. Debido a la aparición repentina de esta catarata, puede producirse una inflamación grave que debe tratarse lo antes posible. Esto ayuda a mantener la comodidad, así como a aumentar las posibilidades de poder someterse a una cirugía de restauración de la visión.
Opciones de tratamiento para las cataratas en los perros
La mayoría de los perros, por desgracia, tienen que vivir con cataratas y esto puede afectar negativamente a sus vidas. Muchos propietarios de perros piensan que la pérdida de visión se debe al envejecimiento. Mientras no haya una enfermedad subyacente, ¿cuál es el problema?
Esta idea es desafortunada; la pérdida de visión puede causar un daño significativo a la calidad de vida de una mascota.
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El tratamiento de las cataratas depende de su estadio. El equipo veterinario puede recomendar un control periódico en lugar de una intervención quirúrgica para ver si las cataratas progresan. Algunos pacientes necesitan gotas oculares para controlar la inflamación secundaria.
Desgraciadamente, no hay medicamentos que puedan detener o invertir la progresión de las cataratas. La cirugía es el único tratamiento que puede eliminar las cataratas y restaurar la visión. El equipo de atención oftalmológica veterinaria puede discutir más a fondo las opciones quirúrgicas con usted para centrarse y preservar la calidad de vida de su perro.
La cirugía de cataratas canina es muy similar a la que se realiza en los humanos. A diferencia de los humanos, nuestros pacientes veterinarios deben estar bajo anestesia general. Utilizando un microscopio para ver el interior del ojo, el cirujano inserta un pequeño dispositivo ultrasónico en el ojo para romper la catarata y así poder eliminarla en pequeños trozos. A partir de ahí, el cirujano inserta una lente artificial en el resto de la cápsula del cristalino, devolviendo la visión a la normalidad.
En algunos perros, el cirujano no puede colocar una lente artificial. Estos perros tienen una visión mejor que la que tenían antes de la cirugía. El diagnóstico y el tratamiento tempranos son importantes para maximizar la probabilidad de éxito de la cirugía con el implante del cristalino de su mascota. Después de la cirugía, su mascota no volverá a desarrollar cataratas en el futuro.
Su mascota necesita muchas facilidades para permanecer en el hospital durante al menos una noche para los cuidados postoperatorios y la monitorización. La recuperación de la cirugía es una parte muy importante para garantizar un buen resultado quirúrgico. La recuperación en casa requiere gotas para los ojos y una actividad limitada durante semanas, y debe ser revisada de nuevo por su equipo veterinario de atención ocular.
La salud visual es muy importante para que su mascota tenga una vida vital. Nuestro equipo recomienda revisiones anuales de salud con su veterinario porque pueden detectar problemas de visión con antelación.